Artículo de Marta Camacho Calvo (Psicologos Madrid de Psicomaster ) Cuando hablamos de conductas adictivas sobreentendemos que lo estamos haciendo sobre la dependencia a diferentes sustancias, como por ejemplo al alcohol, al tabaco u otras drogas o podemos estar refiriéndonos también al juego patológico. En la actualidad también hablamos de adictos al trabajo o hablamos de adicciones, cuando hacemos alusión al abuso y dependencia del uso del móvil, de internet, a las compras compulsivas o incluso al comportamiento patológico y dependiente de la ingesta de alimentos sin control. El ser humano es capaz de desarrollar adicciones sobre aspectos tan placenteros y naturales como el sexo. Algunos psiquiatras no contemplan este hecho como una patología, sin embargo hay estudios que demuestran que el 7% de la población muestra un impulso tan grande al respecto, que llega a condicionar su día a día, y por lo tanto su vida. Es capaz de anteponer el sexo a cualquier otra actividad. El sexo adicto lo tiene muy fácil, ya que la tentación es constante y la oferta sexual en la actualidad muy variada y de fácil acceso. Internet es un escaparate de redes sociales especializadas en contactos sexuales y en relaciones a la carta. La pornografía, la existencia de numerosas líneas eróticas o la prostitución son aspectos que ayudan a que se mantenga el problema en aquel que lo sufre, destinando cada vez más tiempo y dinero al sexo, llevando una doble vida, mintiendo cada vez más, aislándose y dejando a un lado aspectos tales como la familia, la pareja si la tiene, el trabajo o los amigos. La vergüenza que siente por sufrir adicción al sexo hace que no lo cuente, que lo oculte y que sufra aún más. Mientras tanto se va cronificando la adicción y haciéndose aún más fuerte. El sexo adicto no se siente capaz de manejar la situación, ha perdido el control y le envuelve una sensación de indefensión que no le deja ver salida a su situación. Cuanto más sexo practica o consume, más sufre; cuanto más sufre, más sexo necesita de forma enfermiza y más problemas acumula derivados de su adicción. ¿Hay solución para la adicción al sexo? Si la hay y merece la pena poder disfrutar de algo tan placentero y natural para el ser humano cuando se libera de su adicción. Merece la pena dejar de sufrir una tortura, una pesadilla diaria por una esclavitud de algo que muchos viven de forma cotidiana con plena felicidad y deseo. El primer paso para solucionar este problema deberá ser la conciencia de problema por parte del que lo sufre. Hoy en día la psicología dispone de respuestas y herramientas para hacer frente a este problema y guiar a la persona hasta su resolución, mediante un tratamiento psicológico personalizado que se adapte a las necesidades y objetivos de cada persona. La persona debe hacerse consciente de su dificultad y de la pesadilla en la que está inmerso como primer paso para que pueda beneficiarse de un proceso terapéutico. Una vez que el sexo adicto decide querer volver a vivir el sexo como algo placentero y positivo en su vida, se puede comenzar con el trabajo terapéutico que le conduzca a liberarse de su problema. El tratamiento terapéutico desde el modelo cognitivo conductual tiene muy buenos resultados en el tratamiento de adicciones y en ésta también. Esta adicción se deberá tratar como cualquier otra dependencia, aunque prestando especial atención al hecho de enseñar a la persona a disfrutar del sexo de una forma sana.
Adictos al sexo
