Las adicciones pueden ser entendidas también como un tipo de dependencia y ésta puede estar relacionada con el consumo de una sustancia específica o con la realización de una acción determinada. Además, la dependencia hacia ciertas sustancias o conductas, repercute en la capacidad para tomar decisiones y provoca desequilibrios tanto a nivel emocional, como físico y mental, que con frecuencia desestabilizan las relaciones familiares y de amistad, así como el entorno laboral de la persona.
En muchos casos, resulta verdaderamente útil recurrir a un especialista en psicología que pueda llevar a cabo un seguimiento del caso mediante sesiones de psicoterapia y es en este punto donde nos gustaría que conocierais las 4 técnicas que el National Institute on Drug Abuse (NIDA) propone para el tratamiento de adicciones relacionadas con el alcohol, el tabaco o las drogas:
Cognitivo-conductual:
A través de la terapia cognitivo-conductual, se guía a la persona durante un proceso de aprendizaje en el que se profundizará desarrollando patrones que sean útiles a la hora de modificar la conducta origen de la adicción. De esta forma, la persona que tiene un problema de adicción relacionado con el alcohol, el tabaco o las drogas, asimilará los comportamientos que van ligados a la adicción e intentará corregirlos, de manera que el abuso de la sustancia quede totalmente interrumpido y mejorando la situación de otros problemas habituales que se presentan simultáneamente.
Mediante esta técnica de terapia, también se incrementa el autocontrol de la persona y se exploran las diferentes consecuencias -positivas y negativas- que son fruto del consumo de estas sustancias, así como cualquier situación que pueda ser un incentivo para la recaída.
Anticiparse a los posibles problemas y que el paciente reciba toda la ayuda que sea necesaria para desarrollar personalmente estrategias que le permitan alcanzar el cambio, es primordial a la hora de aplicar la terapia cognitivo-conductual en personas adictas al alcohol, el tabaco o las drogas.
Facilitación en 12 pasos:
Esta técnica se emplea habitualmente para tratar a personas con problemas de adicción al alcohol, los opiáceos o sustancias psicoactivas. Está basada en alcanzar el compromiso del paciente y de incrementar las posibilidades de que éste se integre en grupos de terapia que le ayuden a superar el síndrome de abstinencia.
En la técnica de “facilitación en 12 pasos” podemos identificar 3 etapas: la aceptación, la entrega y la participación activa de la persona. Durante la etapa de aceptación, el individuo toma conciencia de que su adicción es una enfermedad crónica que le impide controlar el uso de estas sustancias, lo cual anula por completo su fuerza de voluntad.
Durante la etapa de entrega, la persona que tiene un problema de adicción se pone en manos y se deja guiar por el terapeuta, así como por otros adictos que le ayudaran en su proceso de recuperación y que le apoyarán en el desarrollo de las diferentes actividades o sesiones de las que conste el programa. Finalmente, en la etapa de participación activa, el individuo se implica en las reuniones o proyectos que tengan lugar en las diferentes fases del tratamiento.
Estímulo de la motivación:
La técnica de estímulo de la motivación se emplea generalmente para tratar adicciones relacionadas con el alcohol, la nicotina, el cannabis o la marihuana. Esta herramienta, también conocida por las siglas MET, ayuda al paciente a modificar las conductas que le impidan superar la dependencia de estas sustancias, eliminando las emociones o sentimientos contradictorios que puedan influir en la participación de la persona en el tratamiento.
Mediante el “estímulo de la motivación” se facilita el proceso de cambio y la recuperación de la propia autoestima, evaluando previamente el estado del paciente y el grado de adicción que presenta hacia una determinada sustancia. Por tanto, los objetivos que se han de marcar pasarán por la elaboración de un plan de acción y el fortalecimiento de la motivación en la persona, evitando así que ciertas situaciones puedan suponer un riesgo de recaída o crisis.
Conductual de pareja:
Las sesiones de terapia conductual de pareja, suelen integrarse con otros tipos de terapia como la individual o la de grupo. Esta técnica, también conocida por las siglas BCT, se emplea habitualmente en personas que tiene un problema de adicción al alcohol o las drogas y que convivan o compartan su vida con una pareja sentimental, pues el contrato de sobriedad y abstinencia que se adquiere con la otra persona refuerza la renuncia al consumo de alcohol o de las drogas y mejora los estímulos emocionales, así como la motivación recibida a través de la otra persona.
Alfonso Santos
Coordinador de Adicciones en Inspirando TRANSFORMACIÓN
https://inspirandotransformacion.com
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