Psicóloga- Postgrado en Neuropsicología: Margaret Quiroz
La reserva cognitiva, es la capacidad que posee la persona para afrontar severos daños cerebrales conservando sus capacidades funcionales preservadas, es decir clínicamente libre de signos de deterioro cognitivo. Con el paso del tiempo se han realizado investigaciones que han modificado con ciertos matices dicho concepto, en la actualidad la reserva cognitiva tiende a entenderse como la combinación de una serie de factores que dan lugar al desarrollo de una capacidad cuya función es conservar la integridad de las funciones cognitivas durante un lapso superior al esperado, a partir del deterioro natural de las estructuras y conexiones cerebrales originadas por causas naturales o patológicas.
Dentro de los elementos determinantes de la reserva cognitiva, se incluyen elementos como: propiedades anatomofuncionales del cerebro, capacidad intelectual, duración y calidad de la educación, desempeño profesional o laboral, las actividades de ocio, recreación, la interacción y las relaciones sociales.
Resumiendo la reserva cognitiva es resultado de un proceso que se inicio en las primeras etapas de la vida y que continua a lo largo de la misma, por lo que es probable que pueda ser estimulada y enriquecida por diversos factores a lo largo del tiempo.
Cuando se empezó a utilizar el término como tal, se relacionó el grado de reserva cognitiva con el nivel de escolaridad, realizándose varios estudios al respecto. Se tomó en cuenta el grado de estimulación cognitiva en las primeras décadas de las personas.
En la actualidad sabemos que existen infinidad de variables que influyen en el desarrollo y el desenvolvimiento y potenciación de la reserva cognitiva a lo largo de la vida de la persona, aunque no existen estudios concluyentes con respecto a la importancia de cada uno de los factores que intervienen.
Tenemos entonces la carga genética, las capacidades innatas, factores socio -económicos, las influencias tempranas, la educación, el medio socio-laboral, las actividades de ocio, culturales y la actividad física son algunos de los factores que se han propuesto en los últimos años.
Existen teorías que proponen que las relaciones sociales incrementarían la reserva cognitiva dado que las personas deben poner en manifiesto sus recursos y capacidades para lograr una mejor comunicación así como también el aprendizaje de idiomas también se ha considerado una actividad que ayuda a incrementar la reserva cognitiva.
En el área de psicogeriatría durante la práctica podemos observar como al trabajar la rehabilitación cognitiva nos podemos sorprender que pacientes con verdaderas dificultades a nivel cognitivo son capaces de recordar y aprender en algunos casos gracias a la estimulación de su reserva cognitiva.
Autora: Mg. Quiroz M.J.
Muy interesante Margarita,es un gusto leer artículos con esta calidad teórica y con un gran gusto por la neuropsicología.
Al igual que tú, trabajo en psicogeriatría y comparto todo lo que expones sobre la reserva cognitiva,gracias por este artículo es de gran ayuda para los que nos interesa esta área.
Interesante artículo,la conceptualización que haces sobre el tema ayuda a entenderlo mejor ya hacían falta temas de neuropsicologia.
Gracias por tu comentario
Interesante punto de vista.
Gracias por tu comentario, es una motivación para continuar publicando.
Es increíble como nuestro cerebro posee reservas para afrontar ciertos problemas,ojalápuedas ampliar más sobre el tema posteriormente.
un saludo
Es esperanzador saber que a pesar de no poder controlar todo aquello que el deterioro propio de la edad nos arrebata, siempre quedan rincones en los que se almacenan parte de nuestros recuerdos y de nosotros mismos…. Sólo es necesario encontrar buenos profesionales que puedan hacerlos resurgir… Gracias por dar claridad y esperanza sobre el tema…. Muy BUEN artículo.
Gracias, palabras de motivación como estas, ayudan a trabajar en artículos y mejorar en el intento, me alegra que
sirva de ayuda.