Psicóloga- Postgrado en Neuropsicología: Margaret Quiroz
Nuestro Cerebro Emocional
Ante una determinada acción se produce una reacción, es decir una respuesta emocional, que conlleva cambios a nivel fisiológico.
Cuando hablamos de las reacciones o respuestas sugerimos que están dadas por una serie de estímulos, que pueden ser de diversos tipos, por ejemplo de tipo visual, los cuales circulan por nuestras neuronas a una velocidad de 400km/h. Esto quiere decir que la información neuronal llega en fracciones de segundo a la amígdala.
En términos sencillos éste un órgano vital porque es donde se da la respuesta emocional.
Si por ejemplo, esta noche, te levantaras a oscuras para ir al baño y cuando enciendes la luz te das cuenta que en el suelo hay una araña enorme ¿cómo reaccionarías?, ¿cuáles serían las respuestas emocionales que experimentarías en ese instante?
Sin duda, el sistema nervioso simpático nos rescataría ante una situación de emergencia como ésta, sufriríamos un aumento y aceleración en nuestro ritmo cardíaco, dado que nuestro cuerpo se está preparando para la huida, bombeando la sangre por todo nuestro organismo. Nuestras pupilas se dilatarían para obtener una mayor visión.
Por otro lado, se paralizaría nuestro sistema digestivo, obteniendo una sensación de estómago revuelto, segregaríamos adrenalina que se vertería en la sangre obteniendo como resultado la relajación de nuestros esfínteres, sufriríamos temblores, sudoraciones, bochornos y un sinfín de respuestas fisiológicas.
Ante la situación ejemplificada todo nuestro organismo ha respondido porque la amígdala dio la orden, por otro lado la información está siendo analizada por la corteza cerebral, llegando a la conclusión de lo que deberíamos hacer: huir de dicho escenario, cerrar la puerta, buscar un producto para insectos, etc. de esta manera hemos llegado a una cognición, la cual no es suficiente para cambiar nuestra respuesta emocional.
Cuando hablamos de las emociones, debemos tener en cuenta un punto vital: su función, las emociones nos preparan para la acción y esta preparación está supeditada a cada persona, es decir no es igual para todos dependerá de diversos factores como personalidad, entorno, nivel cultural, educación.
Dentro de las funciones más representativas de las emociones citamos:
–Función informativa.- al expresar nuestras emociones ya sea de manera verbal o gestual, informamos al mundo de nuestros estados e intenciones.
-Función motivadora.- las emociones nos suponen estar preparados para la acción, por lo cual son una fuente de motivación.
-Función adaptativa.- gracias a las emociones nos adaptamos, a diversas situaciones ya sean adversas o favorables.
– Función Social.- Nos sirven de ayuda en el proceso de comunicación, eje principal de la socialización, gracias al cual aprendemos a gestionar nuestras emociones entre otras herramientas.
Cabe señalar que las emociones no sólo son positivas o negativas también existe un término medio o una mezcla de ambas éstas son las consideradas emociones ambiguas.
Las emociones positivas, son las mejores porque gracias a ellas tenemos sensaciones de bienestar, como la alegría, el amor, el afecto, el alivio,etc.
Las emociones ambiguas, están supeditadas a la cuyuntura, el momento y el contexto, se experimenta una mezcla de emociones, por ejemplo, al romperse una relación sentimental en la que una de las personas aún ama, ésta puede experimentar amor (emoción positiva) y tristeza (emoción negativa).
En este grupo podemos citar, la sorpresa, la compasión, la esperanza.
Las emociones negativas, son las que consideramos formas de amenazas contra nuestro bienestar, el miedo, la ira, la envidia, los celos, el enfado, etc.
Para concluir…
En la práctica observamos y experimentamos respuestas emocionales constantemente, cuando nos enfadamos, nos alegramos, todo nuestro organismo se siente y responde de esta manera, implicando cambios a nivel de los neurotransmisores y a nivel hormonal lo cual fácilmente nos puede llevar a percibir la realidad de manera distorsionada en muchas ocasiones.
Por otra parte regular nuestras emociones conlleva a entrenarnos y entrenar nuestro cerebro para no ser víctimas de ciertas distorsiones y actuar segados por ello.
Existen muchas recomendaciones al respecto, como “contar hasta diez”, recomendación avalada por la neurociencia, dejar pasar el tiempo, escuchamos típicas frases como “mejor se lo digo mañana, porque en caliente, me conozco”, nos pasa a todos , pero la recomendación más importante es intentar regular y gestionar nuestras emociones haciendo uso del entrenamiento de nuestro cerebro emocional, mediante técnicas terapéuticas y con ayuda de un profesional, una forma sencilla no es precisamente basándonos en razonamientos, sino con una emoción opuesta a la que experimentamos.
Por ejemplo, si una persona nos cuenta un problema que le causa dolor y tristeza, probablemente experimentemos compasión, pena, empatía… ahondar en lo que le ocurre intensificará las emociones y razonar el problema en esas circunstancias también si lo que queremos es hacer un stop en esas emociones negativas para que la persona entre en un proceso de calma de manera paulatina podemos invitarle a ver una comedia en el cine, comer un postre, contarle alguna anécdota divertida, seguro no solucionaremos el problema, pero si contribuiremos a iniciarle en el proceso de calma para poder racionalizar lo que le ocurre de una manera más favorable.
“La habilidad de hacer una pausa y no actuar por el primer impulso se ha vuelto aprendizaje crucial en la vida diaria”. (Daniel Goleman)
“Si siento depresión, cantaré. Si siento tristeza, reiré. Si me siento enfermo duplicaré mi trabajo. Si siento miedo seguiré adelante. Si me siento pobre pensaré en la riqueza. Si me siento insignificante recordaré mis metas.” ( Og Mandino)
Una película recomendada:
Margaret: Intensidad y emociones dilatadas (por A. Dopazo)
Una canción: Que no me pierda ( Diego Torres)
Mg. Quiroz M.J.
consulta.psico.q@gmail.com
Un gran artículo que ofrece luz a muchas preguntas que tenía. Felicidades.
Gracias, por tu gentil comentario…….
Sería estupendo que nos dieras técnicas para poder entrenar con éxito nuestro cerebro emocional………..
Lo tomaré en cuenta, para una próxima publicación…..gracias por dejar tu comentario……….
El tema me parece muy interesante, el control emocional forma parte de la inteligencia emocional y nociones sobre esta deberían darse en muchos centros de educación secundaria obligatoria para formar a futuros ciudadanos de un país más culto y sobre todo con más educación. Porque cultura y educación muchas veces no van parejos.
El cerebro, por desgracia más desconocido del que muchos quisiéramos tiene un funcionamiento complejo.
Gracias por tu aportación, me ha parecido muy pedagógica y reitero interesante.
Muy buena la retroalimentación que hiciste al respecto y comparto tu opinión, en cuanto al tema de que el cerebro es un gran desconocido para muchos, gracias por dejar tu aportación y por visitar la web…………….
La canción recomendada habla perfectamente de las emociones intentaré buscar la película………….gracias por tu artículo.
Me alegra que haya sido de tu agrada la música, las películas y los libros son parte de la terapia visual y auditiva, que nos ayudan a entrenarnos emocionalmente sólo hay que saber elegir…………..gracias por seguir mis artículos
Creo que un artículo similar llevado a la práctica completaría lo que expusiste………..
Tomo nota sobre tu propuesta,gracias por tu aportación………
Pingback: Nuestro Cerebro Emocional |