La soledad no es algo que solo lo experimentan los abuelos, se puede dar en cualquier etapa evolutiva. Sin embargo, es en esta etapa donde me voy a centrar.
La soledad es definida como el vacio que siente una persona de estar sólo aún en situaciones dónde pueda tener mucha gente a su alrededor. La soledad no es estar sólo, es no sentir una conexión de cercanía con alguien. Recordemos que vivimos en sociedad y por tanto somos seres que necesitamos de personas con quienes tener algún tipo de relación significativa, sea de amor, de amistad, cariño de abuelo, etc.
Los abuelos muchas veces sienten que están vacios por no tener este tipo de relaciones significativas, y es que a la sociedad le importa tanto evadir esta etapa que se olvidan de los que están pasando por ella.
Lo ideal es que una familia bien constituida cuente con los padres (mamá y papá) y sus pequeños hijos, y sumamente importante la presencia de los abuelos, no sólo porque ellos están pasando una etapa difícil en la que surgen temas como las enfermedades, el pensar de una manera distinta en la muerte, etc. Sino también porque son personas y necesitan de cariño y cuidados.
El poder integrar a los abuelos como una parte de sabiduría, con sus historias interminables, sus experiencias vividas que no sólo enriquecen a los adultos que las escuchan, sino también a los más pequeños. Y a la vez de tener tanta sabiduría, vemos que los años fueron pasando y están achacados, más cansados, más enfermos, con necesidad de amor, cuidado y mucha paciencia de parte de los adultos, ya que no pueden seguirnos el ritmo, les cuesta seguir una charla, repiten varias veces las mismas cosas, camina lento, se olvidan de las cosas, etc.
Por eso es relevante que ocupen “su” lugar de abuelos para dar enseñanzas y cariño (recibirlo también), que no se cambien de rol (en la actualidad es común ver a los abuelos ocupando rol de padres de sus nietos), y que disfruten de la vida. La incorporación de actividades con abuelos es sumamente fructífera, donde pueden hacer caminatas, tomar mate, hacer algún deporte, etc. Y sentirse acompañados.