El Apoyo Psicológico en situaciones de Acoso Laboral

Ansiedad, estrés, depresión, trastornos del sueño o ataques de pánico, son tan sólo algunos de los síntomas que se pueden presentar en una situación de acoso laboral. Es por esto que, con miedo o sin él, se impone la necesidad de romper el silencio buscando apoyo en las personas cercanas. La ayuda psicológica también puede ser útil para sobrellevar la pesada carga de la defensa.

Continuamos con el tema del acoso laboral, también llamado mobbing. En la entrada anterior hablaba sobre la necesidad de que la persona afectada consiga actuar frente a su situación, evitando así que el acosador cumpla con su objetivo: debilitarla, hasta conseguir que desaparezca de su entorno.

Por eso, para emprender una lucha por la propia supervivencia emocional se necesita organización y fuerza. Un apoyo psicológico adecuado ayuda a gestionar las emociones que genera la situación de acoso y, a su vez, a racionalizar la experiencia en función de la asertividad, a la hora de enfrentarse con las relaciones tóxicas.

 La Psicoterapia actúa como preventivo de la cronificación de manifestaciones psicosomáticas y contribuye a recuperar la capacidad biológica para crear salidas creativas frente al sentimiento de opresión, a cambio de la siempre nefasta opción por la resignación.

Pero no olvidemos que el problema del acoso no es puramente individual. Es por esto que el apoyo psicológico debe tomar en cuenta el contexto, facilitando y promoviendo el fortalecimiento de la red de apoyo, que es la encargada de sostener a la persona dispuesta a salir de la trampa que se le ha tendido.

Llama la atención que el perfil de la víctima de acoso laboral suele ser el de una persona brillante en algún aspecto importante para la realización del trabajo, autónoma y creativa, con valores éticos elevados, con capacidad de empatía y de sensibilidad. En este sentido, no parece ser casual que se le haya elegido como punto de mira. Su presencia se asocia al impedimento de llevar a cabo ciertos planes personales, motivados por la ambición de poder, económica, o por la necesidad de mantener las cosas como están, a conveniencia del acosador.

Sin embargo, las cualidades que le han hecho vulnerable al acoso, son precisamente los recursos necesarios para resolver con salud esta experiencia. Son las puertas de salida para buscar la propia libertad y son las llaves para recuperar lo que le pertenece: el derecho a un trabajo digno y satisfactorio, sin impedimentos, sin excusas, como todo derecho humano.

Para quienes deseen conocer mejor las implicaciones del acoso laboral, sugiero acceder a la entrevista que amablemente me ha concedido Angeles Cano: El Acoso Laboral: Una Historia de Vida, publicado en la página de Aportes de mi blog. 

María Clara Ruiz