El mal humor puede ser tóxico para muchas relaciones, especialmente para un matrimonio. Puede causar una variedad de problemas para ambas personas.
El mal humor puede ser un mal hábito y sin las habilidades apropiadas para controlar la ira, puede dar lugar a una disolución del matrimonio.
Las personas que tienen mal carácter a menudo “explotan”. Pueden gritar, tirar cosas o hacer amenazas. A menudo dicen cosas malas y actúan muy irracionalmente cuando están enojados, es como si sufrieran un “corto circuito”. Estas personas no han aprendido habilidades para reconocer cuando se están alterando y por lo general sienten que su genio está fuera de su control. Pueden culpar a otros por sentirse enojados y no se harán responsables de la gestión de sus propias emociones.
Un gran problema con un mal genio es que a veces es soportable en el corto plazo. Otras personas pueden ceder y tratar de apaciguar a la persona enojada. Sin embargo, este intento de encontrar la paz no hace que los comportamientos inapropiados se detengan. De hecho, las explosiones de ira a menudo conducen a disgustar fuertemente a otras persona en el largo plazo.
Si usted tiene un mal carácter, es importante que aprenda a manejar su ira. El daño que hace a su relación no es reversible. No se pueden regresar las cosas malas que se dijo y se hizo. Una persona casada con alguien con mal carácter a menudo tiende a hacer que sus días sean más estresantes, llegan a sentir que no pueden estar en desacuerdo con su pareja y que deben trabajar duro para hacer que las cosas sean lo más tranquilas posible.
Es una manera estresante de vivir si usted siente que no puede expresar sus verdaderos sentimientos a su pareja.
Aprender a manejar su enojo puede ser una de las cosas más importantes que pueda hacer por su matrimonio. Si usted no sabe cómo expresarse sin enojarse, considere la terapia individual como ayuda a su problema. La asesoría puede ayudarle a aprender cómo manejar su temperamento.
Si su pareja tiene un problema de ira y se niega a pedir ayuda, considerar buscar terapia para usted mismo. No se puede cambiar a nuestra pareja, pero podemos ayudarlo y ayudarnos a tener una convivencia más estable
– Psicologa Miriam Mena