El Psicodrama es una manera de hacer psicoterapia que se caracteriza por su capacidad de adaptación para tratar diferentes tipos de problemas personales. La finalidad última es que la persona descubra su potencialidad para solucionar sus dificultades por sí misma, potenciar sus capacidades y adaptarse creativamente a las siempre cambiantes situaciones que la vida nos va planteando.
En el presente artículo intentaré abordar de una manera divulgativa como entiende el Psicodrama diferentes maneras de enfermar psicológicamente:
A) PATOLOGÍA DE LA ESPONTANEIDAD
La espontaneidad se define como la capacidad de la persona de dar respuestas nuevas y adecuadas a situaciones novedosas.
La vida nos plantea cambios y retos constantemente. En nuestro desarrollo personal vamos aprendiendo a solucionar problemas. A veces descubrimos una manera personal de abordar las cosas y en ocasiones tendemos a repetir la misma solución a problemas diferentes que requieren soluciones nuevas y adecuadas. ¿Quién no ha tenido miedo a un cambio en la vida? Es habitual que nos sintamos inseguros. ¿Seré capaz de hacer esto que no he hecho nunca? ¿Y si fracaso? Si aplicamos soluciones que han funcionado anteriormente pero que no resultan adecuadas a la nueva situación, por temor al cambio, probablemente nos veremos abocados al sufrimiento. No nos podremos adaptar a lo nuevo y en consecuencia fracasaremos y sentiremos malestar.
En Psicodrama, es esencial que la persona descubra en si misma su potencial de cambio y adaptación al devenir de la vida, por más que muchos de nuestros pacientes estén convencidos de que no es así y se resistan al cambio.
Esta dificultad se puede producir tanto ante situaciones positivas como negativas. Asumir la responsabilidad de ser padres o de un nuevo trabajo que anteriormente no habíamos desarrollado nos puede resultar difícil y en ocasiones nos podemos aferrar a comportamientos habituales con los que nos sentimos más cómodos. Por ejemplo, si no asumimos que un padre o una madre necesita poner límites para educar a sus hijos, actuando como amigos en lugar de como padres (este sería el comportamiento que nos resulta cómodo por conocido) esto generará a buen seguro problemas y sufrimiento.
También puede surgir por aspectos negativos de la vida, por ejemplo adaptarse a una pérdida de un ser querido o de un trabajo. La persona que ha ejercido una profesión durante años que ya no puede desarrollar por enfermedad o por cambios en el mercado de trabajo, necesita elaborar el duelo por la pérdida, pero también adaptarse al cambio buscando sus potencialidades en otra actividad.
Si somos espontáneos, es decir, capaces de dar respuestas nuevas a situaciones novedosas, estaremos bien, nos adaptaremos de un modo personal a los cambios de la vida.
B) PATOLOGÍA DEL ROL Y DE LA RELACIÓN
El rol se define como la unidad mínima de conducta en una interacción social. Es la manera en que desempeñamos un papel en el mundo social, así podemos ser padres o hijos, jefes o empleados, enamorados o rechazados, médicos o pacientes. Cada relación social conlleva unas habilidades que podemos manejar de diferentes maneras para tener unas buenas relaciones con los demás, que nos permitan sentirnos a gusto en nuestro entorno social.
Si ejercemos los roles de una manera rígida, repitiendo esquemas una y otra vez independientemente de las otras personas o de la situación, tendremos garantizado el sufrimiento y malestar. Esto es lo que le puede pasar a una persona que es el jefe de todo el mundo; puede que en su trabajo sea lo adecuado, pero no lo será en su familia o en su grupo de amigos. También puede ocurrir con alguien que suele ser el hijo en las relaciones, será dependiente de su pareja, en el trabajo pedirá constantemente ayuda hasta que dejen de dársela y probablemente no estará satisfecho en sus relaciones con los demás.
Así aparece la patología de la relación. Se trata de una relación en la que los participantes se aferran a roles rígidos e inadecuados. Sería la pareja en la que las decisiones no se toman desde un plano de igualdad; también el jefe dictador que no sabe escuchar y no aprovecha las aptitudes de sus empleados, con lo que todos salen perdiendo, o la madre que es la amiga de sus hijos adolescentes que no respetan ninguna norma.
He querido poner ejemplos de modelos de relación que podemos ver en nuestra vida cotidiana con el objetivo de transmitir el mensaje de la adecuación de roles y relaciones. Si tenemos en cuenta a la otra persona y a nuestro papel en la relación, ejerceremos un rol adecuado y estaremos satisfechos con nuestro entorno.