Las perforaciones son una forma de modificación corporal que forman parte de la moda, inconformismo o una identificación con una subcultura.
En diferentes culturas del mundo, el piercing, es un rito de pertenencia a una determinada tribu, a veces usado para indicar que una persona es ya madura. Esta práctica difiere en la actualidad, donde se usa normalmente como símbolo de belleza.
En la actualidad las personas quieren ser diferentes, no solamente a nivel personal, sino también en sus propios grupos sociales, adoptando ciertos atributos como signo de pertenencia.
Por otro lado, el tatuaje. Originalmente indicaba el tipo de función que tenía una persona en la sociedad. En la antigua Roma y en Japón se acostumbraba a tatuar a presos, dónde de esta forma quedaban marcados como criminales de por vida. Otras tribus se iban tatuando más partes del cuerpo a medida que pasaban los años. En la década de los 60 se usó para disimular las cicatrices de las personas que se inyectaban sustancias psicoactivas.
“el joven adolescente, en búsqueda de su identidad, usa el tatuaje como uan forma de expresión a través de una imagen grabada en su cuerpo, reresentando así también su manera de igualarse a sus pares y diferenciarse de otros. Es como si dijera (con esta marca, soy yo, para siempre y con mi grupo, fuera de mi familia)”
Los tatuajes cumplen distintas funciones:
· Autodefinición como formando parte de un determinado grupo;
· Como forma de resaltar algún rasgo personal relacionado a gustos o elecciones específicas;
· Como objeto protector usado como amuleto;
· Como marca de recuerdo en la que se intenta plasmar hechos, situaciones, etc;
· Como necesidad de diferenciarse de los demás y ser único y distinto;
· Como forma de deshacerse de sus problemas emocionales;
El tatuaje viene a reparar algún aspecto que uno considera faltante en uno mismo. Puede servir para compensar situaciones de pérdida o de aspiraciones no cumplidas. Puede ser un medio para regular tensiones internas y parar expresar afectos y deseos de perdurabilidad.
Para las mujeres es un sucedáneo de liberación sexual, ligada al permiso para mostrar su cuerpo. Para los hombres es un acto de virilidad, ya que lleva aparejado el dolor del tatuaje.