Adicción a los videojuegos: riesgos y posibles consecuencias

Todo en su justa medida está bien. El jugar a videojuegos de vez en cuando y pasar divertidos ratos de ocio no tiene por qué ser malo e incluso puede ser bueno para desarrollar la memoria o la imaginación. El problema viene cuando esos pequeños ratos se convierten en una constante y se termina desarrollando una adicción, dejando de lado actividades diarias e interfiriendo en la vida real de la persona afectada. A continuación se presentan algunos posibles riesgos de desarrollar una dependencia a los videojuegos, así como algunas consecuencias que pueden derivarse de este hecho.

Peligros y consecuencias de volverse adicto a los videojuegos

En primer lugar, uno de los efectos físicos menos importantes, aunque también bastante nocivo, es que, si se juega mucho a videojuegos en los que se necesita utilizar el pulgar se pueden desarrollar desde ampollas hasta producirse graves entumecimientos e incluso tendinitis u otro tipo de lesiones en muñecas, dedos y manos con lo que habrá que tener mucho cuidado con estos problemas.

En segundo lugar la adicción en sí misma ya es un gran problema porque se pueden desarrollar problemas de control de los impulsos, se puede perder o ganar mucho peso (se perdería al dejar de comer y se ganaría si una persona activa pasara a estar siempre jugando a videojuegos sentada en el sofá comiendo precocinados o comida basura). Otros problemas derivados de la adicción son que probablemente se desatienda la higiene personal y se dejen de lado las relaciones personales porque las personas que las padecen se aíslan del mundo real. Por último incluso se puede llegar a alterar el patrón del sueño, durmiendo muy poco y de aquí es normal que deriven depresiones, cayendo en un bucle que lleve a la persona a jugar más…

Teniendo en cuenta estos problemas, se pueden llegar incluso a desarrollar convulsiones. Muchos estudios confirman que la epilepsia fotosensible puede activarse con los estímulos visuales repetidos en los videojuegos. Por supuesto, otros problemas mentales y un comportamiento agresivo pueden ser también consecuencia de esta adicción. Todos los estudios concluyen que los grandes jugadores de videojuegos son mucho más propensos a presentar depresiones y cuadros de ansiedad. Los niños pueden llegar a ser mucho más impulsivos y a la vez más torpes para socializar si juegan demasiado a videojuegos.

Además de todos estos problemas psicológicos, si se juega demasiado a videojuegos como los de la Play Station, los juegos Android o los videojuegos para PC, se puede incluso llegar a desarrollar problemas de visión. Aunque por supuesto si se aprende a controlar esta actividad incluso puede presentar beneficios para la salud. Los problemas de visión ocurren porque al concentrarse excesivamente en la pantalla, los parpadeos de los jugadores disminuyen y por tanto los ojos se secan y se podría producir hasta un glaucoma, si esto se prolonga en el tiempo. En casos muy extremos incluso se podría producir el efecto “Tetris” que consiste en la transferencia de los elementos del juego a la vida cotidiana pudiendo ocasionar pensamientos repetitivos, problemas de sueño, obsesiones e incluso accidentes en los casos más graves.

Las migrañas también son otra dolencia muy común que puede derivar de una adicción a los videojuegos ya que al estar tanto rato concentrado/a en una pantalla durante un tiempo excesivo se pueden desarrollar fuertes dolores de cabeza. En el peor de los casos, aunque cabe reseñar que se trata de ocasiones muy fuera de lo común, puesto que todos los adictos suelen dejarlo antes, descansar o darse cuenta de que tienen un problema, se podría llegar a producir la muerte. Existen casos documentados de personas que tras maratones jugando sin casi comer, ir al baño ni dormir, terminan muriendo de insuficiencia cardíaca o problemas similares. Aquí un ejemplo, tras jugar 24 horas seguidas.

Además también se han documentado casos en los que algunas personas han asesinado o se han suicidado por problemas derivados de una fuerte adicción a los videojuegos, aunque realmente son casos muy aislados. Los videojuegos son un tipo de ocio del que se pueden obtener muchos beneficios, como la mejora de algunas capacidades motoras y por supuesto grandes ratos de ocio (fuente: desarrolloinfantil.net), pero hay que aprender a utilizarlos en su justa medida y no desarrollar una adicción insana.